En esta mesa podrás encontrar un dispositivo desde donde parten varios rayos láser paralelos y numerosas lentes con las que comprobar cómo se desvía la luz al atravesarlas.
Las lentes convergentes se llaman así porque concentran los rayos que las atraviesan (hacen «converger» los rayos). Según la curva de dichas lentes los rayos se concentrarán en un punto más distante o más cercano a la lente llamado foco.
Las lentes divergentes se llaman así porque separan los rayos que las atraviesan (hacen «diverger» los rayos). Al igual que en el caso anterior, según la curvatura de dichas lentes los rayos se abrirán más o menos. Las prolongaciones de dichos rayos se unirían en su foco.
En este módulo puedes jugar con las diferentes lentes, así como comprender el funcionamiento de nuestro ojo. En la parte delantera del ojo humano encontramos el cristalino, una lente convergente que concentra los rayos justo en la retina. Si nuestro ojo está ligeramente deformado, los rayos se concentran por detrás o por delante de la retina, según la deformación, lo que signfica que veremos la imagen desenfocada.
Si delante de un ojo deformado colocamos otra lente con la forma adecuada, los rayos volverán a concentrarse en la retina. Es lo que hacemos cuando usamos gafas o lentillas. Puedes colocar diferentes lentes sobre el esquema del ojo para comprobarlo.