
En 1666 (Annus mirabilis de la ciencia clásica) Newton enuncia su teoría de la gravitación universal, en la que una masa es atraída por otra con una fuerza proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa.
Para Newton esta fuerza se ejerce a distancia y al instante de colocar ambos cuerpos, es decir que esta acción viaja de un cuerpo al otro a velocidad infinita.
En 1905 (Annus mirabilis de la Física moderna) Einstein establece que nada puede ir más rápido que la luz, por lo que la acción entre cuerpos no puede ser instantánea.
En el módulo se ha puesto una tela tensa que hace el papel del espacio. Cuando no hay masas, el espacio es plano; si colocamos una pequeña masa en el centro, la deformación es pequeña y cualquier otra masa que pase por sus cercanías apenas sufre variación en su movimiento.
Cuanto mayor sea la masa colocada en el centro de la tela, mayor es la deformación que produce y la alteración en el movimiento de otras que pasen cerca de ella.
Lógicamente, una masa enorme produciría una deformación tal que engulliría cualquier objeto que pasase por sus cercanías. Esto es lo que ocurre en un agujero negro.
También puede servir este módulo para la comprobación de la predicción de Einstein sobre la desviación de la luz de una estrella. Basta con colocar una masa suficientemente grande en el centro de la tela y lanzar desde un extremo al otro una pequeña bola de manera que pase cerca de la masa central.