En el módulo de la experiencia de Oersted se comprueba que una corriente eléctrica ejerce una fuerza sobre una brújula. Aquí vemos el fenómeno simétrico: un campo magnético actúa sobre una corriente eléctrica.
Al pasar la corriente por la varilla, estando el polo (+) arriba y el polo (-) abajo, las cargas circulan hacia abajo donde hay un poco de mercurio que, por ser metal, es conductor. Si las líneas del campo magnético van de delante hacia atrás (del polo N al polo S), entonces la varilla se mueve hacia la derecha.
¿Por qué ocurre esto? Por convención, las cargas que se mueven en un conductor son las positivas. Si el polo (+) está arriba, las cargas, con velocidad v, se mueven hacia abajo. El campo magnético B va de N a S, o sea, hacia atrás. Según la ley de Lorentz, aparece una fuerza cuya dirección y sentido pueden conocerse con la regla de la mano derecha: si el dedo pulgar es v y el índice es B, el dedo corazón representa la fuerza cuando éstos se disponen perpendicularmente entre sí.
Heinrich Lenz (1804-1865) descubrió que la corriente inducida en una espira o en una bobina crea un campo magnético que se opone a la causa que la produce.